El control de la humedad es uno de los problemas que nos podemos encontrar en el transporte y almacenaje de máquinas y herramientas, equipos electrónicos, equipos médicos, de diagnosis, armamento, pirotecnia, instrumentos ópticos, productos alimentarios, farmacéuticos, etc.
La humedad puede provocar reblandecimiento de productos alimentarios y tableros de madera, apelmazamiento de productos en polvo, pero también hongos y proliferación de bacterias, además de ser uno de los principales vehículos de la corrosión.
Disponibles en saquitos o cartuchos, nuestros sistemas desecantes cumplen con las normativas del sector. Los materiales de sus envoltorios son resistentes y muy permeables al vapor pero ofrecen una barrera segura para garantizar que el desecante pueda adsorber o absorber el máximo de humedad pero no emita polvo de dentro hacia fuera.
Para proteger nuestros productos tenemos diferentes opciones ideales para cada caso específico:
1. Dentro de embalajes o envases estancos: bentonitas o arcillas desecantes.
2. Desecantes para contenedor: Container Dri II
3. Gel de sílice: el desecante de la industria farmacéutica y alimentaria.
4. Tamiz molecular: el desecante para las condiciones más extrema.