¿Cómo funciona Intercept?

Intercept contiene partículas de cobre enlazadas químicamente, de forma permanente, con el polímero de soporte. Las partículas reaccionan rápidamente con los elementos presentes en la atmósfera que causan y aceleran la corrosión.

Intercept se combina permanentemente con los gases corrosivos y así, neutraliza la atmósfera que rodea a los productos a proteger. Todos estos productos, independientemente de si son metales de origen férrico o no, incluso otros materiales como plástico o componentes electrónicos estarán protegidos de la corrosión y del envejecimiento con sólo un embalaje. La humedad que atraviesa el embalaje, dejará los elementos corrosivos atrapados en Intercept, evitando que causen la corrosión en el interior. La neutralización y reacción con los gases tarda muy poco (<1h). Es indiferente si está en contacto directo con Intercept  o el producto a proteger o a una distancia considerable. Esto permite nuevos conceptos de embalaje  con una relación mayor entre producto protegido y volumen de  embalaje.  La eficacia está garantizada incluso con temperaturas extremas y altas concentraciones de gases corrosivos.

Desde la aplicación de la normativa RoHS, la sustitución de productos como el plomo genera nuevos problemas para proteger los equipos. Este material protege de forma efectiva a objetos de metales  no ferrosos que corroe sin la presencia de humedad como cobre, plata, oro, bronce, latón, estaño, magnesio incluso protegerá combinaciones galvánicas. Se utiliza también para proteger, impresiones fotográficas, películas, textiles, pinturas, libros y obras sobre papel. El interceptor de corrosión es totalmente inerte, sin riesgo de desprendimiento de gases o partículas. Es además resistente a la humedad, al ataque de microorganismos y a la temperatura.